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sábado, 16 de noviembre de 2013

El ojo de cristal

No recuerdo bien lo que pasó, ya que era confuso, todo comenzó la semana pasada a las 6:37 de la mañana cuando Cristian, Clara, Tomas y yo estábamos paseando por el parque. Cuando nos encontramos con un cartel que decía: "Peligro, no pasar" "Pozo al frente" "Pozo ciego, cuidado"  Todos pensábamos que sería tan solo un pequeño pozo, pero fuimos a ver, cuando lo vimos veíamos un enorme pozo, no se veía el fondo, Clara arrojó una piedra para ver cuanto tardaba en llegar al fondo, entonces tardó 1 hora en escucharse el sonido del choque de la piedra contra el suelo, no sabíamos si era que la gravedad fallaba o que la profundidad del fondo era inmenso, luego de caminar al rededor del pozo (Que tendría al menos 2 metros de ancho) nos encontramos con un profesor, no sabíamos de que era ya que solo teníamos 12 años. el profesor se llamaba Narren y nos había dicho -El pozo tendría, según mis cálculos, al menos millones de metros, tal vez billones. Nosotros nos asombramos pero tuvimos la misma idea ¡Debíamos saber que había al fondo del pozo! entonces fuimos corriendo a la casa de Tomas, ya que como su padre era arquitecto tenía grandes escaleras, unas de 1 metro, 2, 3, 4, etcétera. Agarramos la escalera más grande que vimos, tenía al menos 10 metros, fuimos al pozo pero de noche, cuando estaba cerrado, pasamos por encima de los rejados con la escalera enrollada, luego de pasar fuimos al pozo; habíamos atado la escalera a uno de los postes de "No pasar, peligro"  cuando llegamos todos al medio de la escalera, yo estaba primero, luego Tomas, luego Clara y luego Cristian, todos teníamos miedo de caernos pero teníamos mucha curiosidad. De pronto el poste no pudo soportar tanto peso y como estaba mal puesto cayó. la escalera iba cayéndose con todos arriba hasta que una rama nos salvó, atrapó la escalera al primer "escalón" que se pueda decir de una escalera de soga. y, claramente, luego de una hora de caer y caer, llegamos justo al fondo de una horrible caída, gracias a la rama nos salvamos de morir, ya que aterrorizados vimos a la piedra que lanzamos esa mañana toda destrozada, ya que había muchos pinches, extremadamente afilados que hasta destruyeron la piedra, Yo vi un túnel al costado de los pinches, aunque todos se morían de miedo por la casi trágica muerte, los convencí de que pasáramos. todos pasábamos cuidadosa mente por el pasillo hasta que llegamos a una habitación, era totalmente oscura, hasta que encontramos una pequeña luz roja, caminábamos y caminábamos y la luz se hacía más y más grande, cuando nos acercamos lo suficiente vimos que era un farol con una palanca al lado, la bajamos y nos llevó a otra habitación, pero esta estaba iluminada, 0% de tecnología, Cuadros, libros, cantidades de libros, al menos 120 había. frutas y un pequeño tigre, atrás del tigre había una puerta cerrada con un candado, cuando de pronto Tomas empezó a recordar: -Esa es la misma llave que vi en un sueño mío, es la llave para... no, no lo sé, no me acuerdo, desperté en ese momento, pero solo podía traer a la llave con un canto mágico... y antes de que él pudiera continuar Clara lo interrumpió: -El canto del hada ¿verdad? Cristian y yo también soñamos con eso, entonces comenzamos a cantar, no era una canción realmente, solo era un do# entonces apareció la llave, pero con el sonido el tigre despertó nosotros del miedo nos quedamos quietos, El tigre no podía vernos ya que era ciego, solo sentía los movimientos, Clara comenzó a cantar una canción de cuna y nosotros la ayudamos, el tigre se quedó dormido al costado de la puerta, la abrimos y pudimos ver... impresionados veíamos con atención... El gran ojo de cristal nosotros estábamos asombrados por lo visto pero también con un gran extraño. Tomas fue el "valiente" que se atrevió a agarrar el ojo: -Miren chicos, este podría ser nuestro tesoro, ¡seríamos ricos! A todos nos gustó la idea pero Cristian dijo: No, no, no, Nadie debe saber de este ojo, de hecho, ¿Por qué no lo guardamos? pero yo interrumpí -¡Chicos, chicos! deberíamos dejarlo aquí, es un tesoro de la naturaleza, podemos venir a verlo pero sin que nadie lo vea. Esa idea le gustó a todos y entonces vino un señor, el señor "Sr. Pepher."
y nos dijo: -NO, Salgan de este lugar, NO SE ACERQUEN A MI PRECIADA JOYA. nos asustamos tanto, ya que el señor Pepher tenía la cara cortada y quemada, nos fuimos corriendo por la escalera y trepando de rama en rama hasta que llegamos hasta arriba del pozo, aún madrugada, al menos las 2 de la mañana, no lo sabíamos no teníamos reloj; Fuimos a buscar un tapa  aro para el pozo y jamás lo volvimos a abrir, sacamos todos los carteles, excepto uno que jamás pudimos desenterrar y aún me pregunto por qué que decía: "Atención, Pozo ciego."


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